Desde el 1 de julio de 2022, todos los municipios españoles están obligados a implantar la recogida separada de la fracción orgánica, tal como establece la Ley 7/2022, de residuos y suelos contaminados para una economía circular.
Esta normativa supone un paso decisivo hacia una gestión de residuos más eficiente, alineada con los objetivos europeos en materia de sostenibilidad. A partir de su entrada en vigor, la separación de los biorresiduos (restos de comida, vegetales, cáscaras, posos, papel de cocina sucio, etc.) dejó de ser voluntaria para convertirse en un deber legal.
Los residuos orgánicos deben depositarse en el contenedor marrón (5º contenedor), exclusivo para esta fracción, y gestionarse por separado del resto de residuos mezclados. Este proceso permite su tratamiento como compost, cerrando el ciclo de los materiales y reduciendo las emisiones asociadas al vertido.
La ley afecta tanto a los hogares como a los llamados grandes generadores: restaurantes, hoteles, comedores colectivos, comercios de alimentación, centros educativos, entre otros. Estos sectores están especialmente llamados a cumplir con esta obligación por el volumen de biorresiduos que generan.
Desde GRHUSA, el proyecto del sello “Nosotros también reciclamos” busca apoyar a estos establecimientos, no solo para cumplir con la norma, sino para visibilizar su compromiso ambiental y reconocer públicamente sus buenas prácticas.
Si tu establecimiento aún no separa los residuos orgánicos, es el momento de adaptarse. La normativa ya está en vigor… y el entorno también lo agradecerá.



